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Tuesday, November 30, 2010

Manifiesto por una Red Neutral

Los ciudadanos y las empresas usuarias de Internet adheridas a este texto manifestamos:
  1. Que Internet es una Red Neutral por diseño, desde su creación hasta su actual implementación, en la que la información fluye de manera libre, sin discriminación alguna en función de origen, destino, protocolo o contenido.
  2. Que las empresas, emprendedores y usuarios de Internet han podido crear servicios y productos en esa Red Neutral sin necesidad de autorizaciones ni acuerdos previos, dando lugar a una barrera de entrada prácticamente inexistente que ha permitido la explosión creativa, de innovación y de servicios que define el estado de la red actual.
  3. Que todos los usuarios, emprendedores y empresas de Internet han podido definir y ofrecer sus servicios en condiciones de igualdad llevando el concepto de la libre competencia hasta extremos nunca antes conocidos.
  4. Que Internet es el vehículo de libre expresión, libre información y desarrollo social más importante con el que cuentan ciudadanos y empresas. Su naturaleza no debe ser puesta en riesgo bajo ningún concepto.
  5. Que para posibilitar esa Red Neutral las operadoras deben transportar paquetes de datos de manera neutral sin erigirse en "aduaneros" del tráfico y sin favorecer o perjudicar a unos contenidos por encima de otros.
  6. Que la gestión del tráfico en situaciones puntuales y excepcionales de saturación de las redes debe acometerse de forma transparente, de acuerdo a criterios homogéneos de interés público y no discriminatorios ni comerciales.
  7. Que dicha restricción excepcional del tráfico por parte de las operadoras no puede convertirse en una alternativa sostenida a la inversión en redes.
  8. Que dicha Red Neutral se ve amenazada por operadoras interesadas en llegar a acuerdos comerciales por los que se privilegie o degrade el contenido según su relación comercial con la operadora.
  9. Que algunos operadores del mercado quieren “redefinir” la Red Neutral para manejarla de acuerdo con sus intereses, y esa pretensión debe ser evitada; la definición de las reglas fundamentales del funcionamiento de Internet debe basarse en el interés de quienes la usan, no de quienes la proveen.
  10. Que la respuesta ante esta amenaza para la red no puede ser la inacción: no hacer nada equivale a permitir que intereses privados puedan de facto llevar a cabo prácticas que afectan a las libertades fundamentales de los ciudadanos y la capacidad de las empresas para competir en igualdad de condiciones.
  11. Que es preciso y urgente instar al Gobierno a proteger de manera clara e inequívoca la Red Neutral, con el fin de proteger el valor de Internet de cara al desarrollo de una economía más productiva, moderna, eficiente y libre de injerencias e intromisiones indebidas. Para ello es preciso que cualquier moción que se apruebe vincule de manera indisoluble la definición de Red Neutral en el contenido de la futura ley que se promueve, y no condicione su aplicación a cuestiones que poco tienen que ver con ésta.
La Red Neutral es un concepto claro y definido en el ámbito académico, donde no suscita debate: los ciudadanos y las empresas tienen derecho a que el tráfico de datos recibido o generado no sea manipulado, tergiversado, impedido, desviado, priorizado o retrasado en función del tipo de contenido, del protocolo o aplicación utilizado, del origen o destino de la comunicación ni de cualquier otra consideración ajena a la de su propia voluntad. Ese tráfico se tratará como una comunicación privada y exclusivamente bajo mandato judicial podrá ser espiado, trazado, archivado o analizado en su contenido, como correspondencia privada que es en realidad

Europa, y España en particular, se encuentran en medio de una crisis económica tan importante que obligará al cambio radical de su modelo productivo, y a un mejor aprovechamiento de la creatividad de sus ciudadanos. La Red Neutral es crucial a la hora de preservar un ecosistema que favorezca la competencia e innovación para la creación de los innumerables productos y servicios que quedan por inventar y descubrir. La capacidad de trabajar en red, de manera colaborativa, y en mercados conectados, afectará a todos los sectores y todas las empresas de nuestro país, lo que convierte a Internet en un factor clave actual y futuro en nuestro desarrollo económico y social, determinando en gran medida el nivel de competitividad del país. De ahí nuestra profunda preocupación por la preservación de la Red Neutral. Por eso instamos con urgencia al Gobierno español a ser proactivo en el contexto europeo y a legislar de manera clara e inequívoca en ese sentido.

(Si te sientes cómodo y representado por este texto, dale toda la difusión que puedas y quieras: reprodúcelo, enlázalo, tradúcelo, compártelo, vótalo… todas esas cosas que puedes hacer con total tranquilidad y libertad gracias, precisamente, al hecho de que tenemos todavía una red neutral. Hagamos posible el seguir teniéndola)

Monday, November 29, 2010

Ha muerto Leslie Nielsen

Leslie Nielsen ha muerto a los 84 años víctima de una neumonía. En su ficha como actor en IMDB aparecen 239 películas, algunas francamente divertidas como Aterriza como puedas o Agárralo como puedas. Aunque a mí me gustaría recordarlo en un papel serio: como protagonista de El planeta prohibido, esa pequeña joya de Ciencia Ficción de 1956.



Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino

Hoy 29 de noviembre se celebra el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. La fecha se eligió por ser el día que, en 1947, Naciones Unidas aprobaba la resolución 181 en la que establecía la partición de Palestina, entonces bajo protectorado británico, en dos estados, uno judío y otro árabe, quedando Jerusalén bajo control internacional.

Podéis consultar una lista con las resoluciones de Naciones Unidas sobre Palestina aquí. Entre ellas se encuentra la resolución 242, del 22 de noviembre de 1967 el la que insiste en "la inadmisibilidad de la adquisición de territorio por medio de la guerra y en la necesidad de trabajar por una paz justa y duradera, en la que todos los Estados de la zona puedan vivir con seguridad", además de reconocer a todos los Estados de la zona "su derecho a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas  y libres de amenazas o actos de fuerza".

Saturday, November 27, 2010

Los listos del taller

Esta semana han querido cobrarme 168 euros por algo que costaba ocho.

Todo empezó cuando llevé el coche a revisión al taller de al lado de mi casa. Entre otras cosas, uno de los faros delanteros se encendía y apagaba aleatoriamente. Al darme la factura de las reparaciones, el mecánico me dijo: "El faro tiene el casquillo quemado. No he podido arreglártelo porque hace falta que la pieza sea original, pero si me la traes te lo pongo en un momento". Así que llevé el coche al taller Opel Divisa de Bellavista, Sevilla, y le dije al técnico que me atendió: "Vengo por el faro, por lo visto hay que cambiar el casquillo, que no va bien". Y el buen señor, sin molestarse siquiera en mirar el faro o el casquillo en cuestión me dice: "Ah, no, hay que cambiar el faro entero, vaya usted a recambios para que le digan por cuanto le sale y si lo tenemos aquí o no".

Total, que me voy a recambios y el caballero a cargo me dice: "Pues para ese coche pueden ser varios modelos, habría que mirar el número que tiene dentro del faro. Según el modelo puede ser..." y empieza darme precios, el más barato a 168 euros. Y cuando le digo que el coche está ahí al lado, que podemos ir a mirar qué modelo de faro es y salir de dudas, pasa de mí y sigue con la lista de precios. 

Un poco molesto decidí irme al taller Opel Suauto del Polígono Carretera Amarilla. Nada más contarle al mecánico por qué estaba allí me pidió que le abriese el capó y a los 10 minutos tenía un casquillo nuevo y el faro funcionaba estupendamente. Precio total: 8 euros.

Por un lado me alivió haberme ahorrado 160 euros, pero por otro me molestó mucho que intentaran cobrarme una reparación que no era necesaria. Sólo me queda el consuelo de soltarlo aquí (aparte de comentarlo a todas mis amistades, claro) por si alguien se ve en alguna parecida.

Thursday, November 25, 2010

Après le Pluie y Le Royaume

Hoy dos cortos de animación por el precio de uno, dos obras llenas de imaginación surgidas como proyectos fin de carrera en la escuela de imagen francesa Gobelins.

En primer lugar Après la Pluie (2008) de Charles-André Lefebvre, Manuel Tanon-Tchi, Louis Tardivier, Sébastien Vovau y Emmanuelle Walker.


Vía Buscando a Errtu.

Y a continuación Le Royaume (2010), realizado por Nuno Alves Rodrigues, Oussama Bouachéria, Julien Chheng, Sébastien Hary, Aymeric Kevin, Ulysse Malassagne y Franck Monier.


Vía Fubiz.

Tuesday, November 23, 2010

Por encima de todo

Cuando alguien consigue convertir un anuncio de encimeras en algo hermoso hay que reconocérselo. Y justamente eso es lo que consigue Alex Roman con este anuncio para la marca Silestone producido por The Mushroom Company.


El alicantino Alex Roman saltó a la notoriedad en la red por su cortometraje The Third & The Seventh, un diálogo entre fotografía y arquitectura formado por hermosas imágenes renderizadas. En Dimensión 2.5 tenéis una entrevista con él.

El anuncio lo descubrí gracias a Fubiz.

Monday, November 22, 2010

Una elección complicada

El puesto político más alto al que podía optar un ciudadano de la República de Venecia era el de Dogo o Dux La primera elección para el cargo tuvo lugar en el año 697, y marca el nacimiento de la República. Inicialmente todos los ciudadanos podían intervenir en la asamblea que escogía al Dogo (honor que, salvo renuncia, era vitalicio). Sin embargo el sistema se fue complicando, al tiempo que se eliminaba el voto popular para dejarlo en manos de la oligarquía, hasta que el S. XIII se había convertido en algo, cuando menos, llamativo.

Flag of Most Serene Republic of Venice
Bandera de la Serenísima República de Venecia.
El día de la elección el miembro más joven de la Signora (un consejo de estado 7 miembros incluyendo al Dogo) iba a rezar a San Marcos. Una vez su alma en paz, debía detener al primer joven que se encontrase al salir de la Basílica y llevarlo consigo al palacio del Dogo, donde se encontraban reunidos los miembros del Gran Consejo (480 representantes de ciertas familias de la nobleza) de más de treinta años. Este joven recibía el nombre de ballotino, y era la mano inocente que debía sacar las papeletas en los sorteos que tendrían lugar a lo largo del día.

En el primero de los sorteos la primera elección se seleccionaban 30 miembros del Gran Consejo. Un nuevo sorteo reducía este número a 9, los cuales debían elegir a 40 con la condición de que cada uno de ellos debía recibir al menos siete votos. Una vez elegidos los 40 se celebraba un nuevo sorteo que reducía su número a 12, que a su vez elegirían otros 25, que debían recibir al menos 9 votos. De estos 25 el ballotino debía escoger los nombres de 9, que a su vez votaban a otros 45, con al menos 7 nominaciones cada uno. Otra vez se ponía en acción el ballotino, que debía reducir este número hasta 11, que volvían a votar a 41, con 9 o más votos cada uno. Estos 41, al fin, serían los que debían elegir al nuevo Dogo.

Resumiendo un poco, el proceso sería el siguiente:

Gran Consejo -> sorteo votación -> 30 -> sorteo -> 9 -> votación -> 40 -> sorteo -> 12 -> votación -> 25 -> sorteo -> 9 -> votación -> 45 -> sorteo -> 11 -> votación -> 41 -> votación -> Dogo.

Parece un poco complicado, ¿no? Y más teniendo en cuenta que esto eran sólo los preliminares, todavía faltaba la elección del Dogo en sí.

Originalmente el número de electores en esta última fase era de 40, pero se aumentó en uno más desde que cierta vez tuvo lugar un empate a 20 (habría que haber visto la cara de los electores cuando se anunció el empate después de todo lo que llevaban montado hasta ese momento). Los 41 asistían a misa e, individualmente, juraban que actuarían de manera honesta y adecuada, por el bien de la República. Luego eran encerrados en el palacio, cortando toda comunicación con el exterior y vigilados día y noche por una fuerza especial de marineros hasta que hicieran su trabajo.

Cada elector escribía el nombre de su candidato en un papel y lo dejaba en la urna. Se elaboraba entonces una lista con todos los candidatos propuestos, independientemente de el número de nominaciones de cada uno. Cada nombre de la lista se escribía en una papeleta y se colocaban en otra urna, de la que se extraía uno. Si el candidato elegido estaba presente, se retiraba junto con cualquier elector que llevara el mismo apellido, y los restantes procedía a discutir su idoniedad. Después, se le llamaba de vuelta para responder a las preguntas que los electores quisieran hacerle y para defenderse de cualquier acusación.

Procesión del Dogo de Venecia.
Tras esto se efectuaba una votación: si obtenía 25 votos ¡enhorabuena, eres el nuevo Dogo! En otro caso se extraía un nuevo nombre de la urna, y así sucesivamente.

¿Qué razón tenían los venecianos para desarrollar un sistema de voto tan complicado (por llamarlo de alguna manera)? El motivo hay que buscarla en el comportamiento de los primeros dogos. Estos tuvieron la malsana costumbre de asociar a sus hijos al cargo esperando convertir el cargo en hereditario.

Tras estas primeras experiencias los venecianos fueron poco a poco modificando el método de elección, con el objetivo de evitar que ninguna familia o persona utilizase su dinero, influencia, poder o fama (por ejemplo, un general victorioso) para hacerse con el poder. Podríamos pensar que tal vez se pasaran un poco de rosca, pero lo cierto es que, con medidas como esta, Venecia fue la única república italiana que consiguió mantener sus instituciones a salvo de tiranos durante sus once siglos de existencia.

Fuente: Historia de Venecia de John Julius Norwich.

Friday, November 19, 2010

Feliz cumpleaños Calvin & Hobbes

Me entero (con un día de retraso) gracias a La cárcel de papel que ayer se cumplieron 25 años de la publicación de la primera tira de Calvin & Hobbes, sin duda la serie más divertida y entrañable que conozco. En la entrada podéis ver la primera y última entrega de la serie, junto con esta maravillosa imagen que siempre me ha despertado mucha ternura (aunque quizás la paternidad tenga algo que ver).

Todos estamos hechos de estrellas

Cada átomo de tu cuer­po pro­vie­ne de una es­tre­lla que es­ta­lló. Y, los áto­mos de tu mano iz­quier­da, pro­ba­ble­men­te, pro­ce­den de una es­tre­lla dis­tin­ta que los de tu mano de­re­cha. Es, ver­da­de­ra­men­te, lo más poé­ti­co que sé de la fí­si­ca: estás hecho, por en­te­ro, de polvo de es­tre­llas. No po­drías estar aquí si esas es­tre­llas no hu­bie­sen es­ta­lla­do, por­que los ele­men­tos —el car­bono, el ni­tró­geno, el oxígeno, el hie­rro… todo lo ne­ce­sa­rio para la evo­lu­ción y la vida— no fue­ron crea­dos desde el prin­ci­pio de los tiem­pos. Se for­ma­ron en la cal­de­ra de los nú­cleos es­te­la­res y el único modo de que lle­ga­sen a tu cuer­po es que esas es­tre­llas tu­vie­sen el de­ta­lle de es­ta­llar. Así que ol­ví­da­te de Jesús. Las es­tre­llas mu­rie­ron para tú pu­die­ses estar aquí hoy.

La­wren­ce M. Krauss, fí­si­co ame­ri­cano.
Vía Todo para después.

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Thursday, November 18, 2010

El origen del problema

En 1997 Alber Ponte (un prolífico director de cortometrajes) dirigía El origen del problema, en el que un por entonces desconocido Luis Tosar daba la réplica a un Nancho Novo en la cresta de la ola. Hay que ver cómo ha cambiado el cuento.

Un hombre honesto descubre demasiado tarde el origen del problema...



Tuesday, November 16, 2010

Ibn Ammar, el poeta que pudo reinar

Hace un tiempo publiqué aquí la leyenda sevillana de la esclava-reina Itimad. Ésta empezaba con un paseo junto al Guadalquivir del rey de la Taifa de Sevilla Al-Mu'tamid y su amigo Ibn Ammar (Abenamar para los cronistas cristianos). Buscando más información descubrí la interesante biografía de Ibn Ammar: un poeta cuyo talento y ambición le hicieron elevarse desde unos orígenes humildes a ser uno de los hombres más importantes de la península en el S. XI. Llegó a acariciar el sueño de gobernar su propio reino, pero fue su propia sed de poder la que le hizo caer hasta acabar ejecutado a manos de su mejor amigo.


Juventud y llegada a la corte abadí

Abu Bakr Ibn Ammar nació el año 1031 cerca de la ciudad de Silves, capital de la Taifa de Silves que abarcaba la parte occidental del Algarve portugués. Procedente de una familia humilde, mostró desde joven un gran talento para la poesía, convirtiéndose en uno de los más grandes poetas de los reinos de taifas, época en que la poesía llegó a sus niveles más altos en Al-Ándalus. Pasó su juventud recorriendo los reinos musulmanes de la península, recitando panegíricos a todo aquel que pudiera pagárselos. Fueron tiempos duros para el joven Ibn Ammar, descrito según fuentes de la época como "un pobre poeta joven desconocido y mal trajeado que provocaba la risa de unos y la compasión de otros, por su larga pelliza y su pequeña gorra; se consideraba dichoso si cualquier hombre rico se dignaba arrojarle las migajas de su mesa, a cambio de sus versos".

La suerte de Ibn Ammar cambió cuando logró una audiencia en la corte abadí de Sevilla en 1052. El rey Al-Mu'tadid  había heredado la taifa que fundó su padre Abú al-Qasim en 1023 y la convertiría en una de las potencias de Al-Andalus. Belicoso y cruel (mató a uno de sus hijos con sus propias manos y gustaba de conservar los cráneos de sus enemigos), también fue poeta y mecenas, reuniendo a su alrededor una corte digna de los príncipes del Renacimiento.

Expansión de la Taifa de Sevilla (Wikipedia)

Ante esta corte de literatos y poetas Ibn Ammar desplegó su talento, recitando un panegírico que exaltaba la figura del rey, tras el cual "Al-Mu'tadid ordenó que se le entregara dinero, vestido y una mula para cabalgar, y que su nombre fuese inscrito en el registro de los poetas pensionados de la corte". Allí conoció al príncipe  Al-Mu'tamid, que a sus doce años ya mostraba gran talento para la poesía. Ibn Ammar, unos nueve años mayor que él, fascina al joven príncipe y se convierte en su amigo y confidente. Cuando un año después el príncipe recibe el encargo de su padre de gobernar la recién conquistada Silves Ibn Ammar le acompañará como ministro.

La relación entre estos dos personajes ha sido objeto de discusión. Mientras que para algunos fue de una profunda amistad cimentada en la admiración que el joven Al-Mutamid sentía hacia el poeta de Silves, otras fuentes llegan más lejos, apuntando a una relación sentimental entre ambos. Según el biógrafo de Al-Mu'tamid, sus relaciones amistosas "eran más íntimas que las de un hermano con un hermano y las de un padre con su hijo".



Una estrella en ascenso

La estancia en Silves de Al-Mu'tamid e Ibn Ammar se desarrolló entre fiestas y excesos. Hay quien fija allí y no en Sevilla, cuando al-Mu'tamid conoce a la esclava Al-Rumaikiyya que acabaría siendo su esposa y reina con el nombre de Itimad. La vida disoluta a la que se entregaba el que, debido a la muerte de su hermano mayor, se había convertido en heredero del trono sevillano acabó alarmando a su padre, que lo llama  de vuelta a Sevilla en 1057.

Ibn Ammar, temeroso de la furia del rey, huye a Zaragoza. Más suerte tiene Itimad, que se gana a Al-Mu'tadid presentándole a su nieto y heredero de la dinastía.

Once años pasaría Ibn Ammar en el destierro, durante los cuales escribe una triste poesía al rey de Sevilla implorando su perdón:
No es sino por mí, por quien zurean tristemente las palomas,
no es sino por mí, por quien lloran las nubes;
no es sino por mí, por quien el trueno ha lanzado su grito vengador
y por quien el relámpago ha hecho vibrar su filo cortante;
no es sino por mí, por quien las brillantes estrellas se han vestido
de duelo, y por quien han marchado en cortejo fúnebre;
no es sino por mí, por quien el huracán ha rasgado sus vestiduras
y gime con los gañidos de las tiernas gacelas
(...)
¿Acaso Silves no ha llorado por el que sufre
y Sevilla no ha suspirado por un arrepentido?
(...)

Pero no es hasta la muerte de Al-Mu'tadid cuando Ibn Ammar puede volver a Sevilla, reclamado por su amigo y nuevo rey.

No paró mucho tiempo en Sevilla Ibn Ammar, a causa de la enemistad que le enfrentaba al poderoso visir de la corte. A duras penas convence a Al-Mu'tamid para que le deje marchar, encargándole el gobierno de Silves, ciudad a la que vuelve en medio de gran pompa y boato. Al despedirse Al-Mu'tamid improvisa unos versos recordando los buenos tiempos vividos juntos allí.
¡Saluda a esos lugares míos de Silves, Abu Bakr,
y pregúntales si su añoranza es como la mía!
¡Saluda al Alcázar de las Barandas de parte de
un joven que siempre, la ansiará!
Morada de leonés y de blancas doncellas
¡qué espesuras y qué gabinetes!
¡Cuántas noches pasé allí, en su grato refugio,
entre pingües nalgas y estrechas cinturas!
mujeres blancas y morenas que atravesaban mi alma,
como las albas espadas y las oscuras lanzas (...)
Ibn Ammar hace una entrada triunfal en la ciudad. Según cuenta la leyenda nada más aposentarse mandó que se enviara un saco lleno de monedas a un mercader que, en los tiempo de necesidad, le había dado un saco de cebada para su mula a cambio de una poesía, con el mensaje: "Dígale que si antes me la hubiese llenado de trigo, ahora se la hubiera devuelto de oro".

Muerto el visir Al-Mutamid se apresura a llamar de vuelta a su amigo y le nombra primer ministro, dando comienzo a un periodo en el que se convertiría en uno de los hombres más poderosos de la España musulmana.

Frente a él, a veces como enemigo, a veces como aliado, se alzaría el que fue árbitro de la política ibérica, el rey castellano-leonés Alfonso VI, que se refirió una vez a Ibn Ammar como "el hombre de la península". Alfonso VI lleva a cabo, con éxito, una política consistente en fomentar las enemistades entre las taifas musulmanas, ofreciendo su apoyo a quien mejor pueda pagarlo y exigiendo en cualquier caso el pago de tributos anuales o parias.

Sobre la relación entre Alfonso VI e Ibn Ammar existe una historia en la que, como muchas de aquella época, es difícil distinguir la historia de la leyenda: un día llegó a la corte sevillana la noticia de que el rey Alfonso avanzaba hacia el sur a la cabeza de sus tropas con la intención de tomar o, al menos, saquear Sevilla. Sabedores de que no eran rival para el castellano-leonés, Ibn Ammar se pone en marcha para convencerle de que cambie su propósito. Como arma secreta lleva consigo "un juego de ajedrez tan magnífico que ningún rey había tenido otro semejante. Las piezas eran de ébano y de sándalo incrustado en oro"

Alfonso VI, gran aficionado al ajedrez, queda en seguida prendado al ver la obra de arte. Era la ocasión que esperaba Ibn Ammar, que ofrece al castellano jugárselo en una partida. Ibn Ammar, gran ajedrecista, derrota al soberano cristiano. Cuando Alfonso le pregunta qué quiere como recompensa, Ibn Ammar le pide que retire sus tropas a lo que el rey, que se considera un hombre de honor, no puede sino acceder.

Hasta aquí la leyenda. Algunas fuentes hablan de que Ibn Ammar habría sobornado previamente a varios nobles castellanos para que animaran a su rey a jugar contra él y, tras su derrota, convencerle para que su honor exigía retirarse. En cualquier caso sí es cierto que el ejército dio la vuelta, aunque después de que los sevillanos se avinieran a doblar el pago del tributo de ese año.


El sueño de un reino

Tal vez por mera ambición o quizás por apartarse de una corte llena de intrigas en la que cuenta con poderosos enemigos, entre ellos la propia Itimad, Ibn Ammar empieza a acariciar el sueño de convertirse en su propio señor. Fija sus ojos en Murcia, forjando una alianza con el conde de Barcelona Ramón Berenguer II. Pero los ejercitos sevillanos no acuden a la cita en el momento señalado y, como consecuencia, uno de los hijos de Al-Mu'tamid queda como rehén del barcelonés, lo que ocasiona la caída en desgracia de Ibn Ammar.

Pero Ibn Ammar sabe conmover el corazón de su amigo con una poesía,  a la que el rey responde: "¡Ven a ocupar tu lugar a mi lado! ¡Ven sin temor, porque te esperan bondades y no represiones! Ven convencido de que te amo demasiado para poder afligirte; bien sabes que nada me es más grato que verte alegre y contento."

Una vez recuperado su lugar diseña una nueva campaña contra Murcia, que pone en manos del general murciano renegado Ibn Rasiq. El éxito de la misma le encuentra en Sevilla, desde donde acude sin perder tiempo. Decidido a hacer una entrada memorable en la ciudad, Ibn Ammar se dedica a vaciar las Cajas del Estado de los pueblos por los que pasa. Al día siguiente da una audiencia pública en la que empieza a comportarse como un auténtico soberano, llevando el sombrero de pico reservado a los reyes y firmando sus edictos sin incluir el nombre de Al-Mu'tamid.

Su amigo y señor decide no darse por enterado pese a las presiones cada vez mayores de la facción contraria a Ibn Ammar que, con la reina a la cabeza, se ha lanzado a aprovechar su ausencia. Pero es el mismo Ibn Ammar el que da alas a sus enemigos al escribir una carta al pueblo de Valencia invitándolo a rebelarse contra su rey, aliado de Sevilla. Al-Mu'tamid ve aquí la oportunidad de bajarle los humos y le contesta mediante un poema satírico en el que se burla de sus orígenes y aspiraciones. Ibn Ammar encaja mal la crítica y en un ataque de cólera redacta una réplica burlándose de los abadíes y haciendo blanco de sus dardos a la reina y sus hijos en versos como:

Elegiste, de entre las hijas de los viles,
a Rumaykiyya que no vale un adarme;
trajo al mundo sinvergüenzas, de bajo origen,
tanto por vía paterna como materna;
son cortos de estatura,
pero sus cuernos son largos.
Aunque Ibn Ammar no pretende hacer público su poema, una copia acaba llegando a la corte sevillana, empeorando aún más la situación. Finalmente Ibn Ammar decide cortar todos los lazos con Sevilla y se declara señor independiente de Murcia, en lo que algunos autores ven como movimiento defensivo frente a una corte ya abiertamente hostil antes que una muestra de ambición, defendiendo la teoría de que en ningún momento Ibn Ammar abrigó animosidad frente al que siempre había sido y sería su gran amigo.


Caída y muerte

Apenas cuatro años duraría su sueño murciano. Indolente, descuida las tareas de gobierno, hasta el punto en que "su altanería con la gente, su vida libertina y su pasión por el vino le enajenaron el afecto de los murcianos". Aprovechando una de sus ausencias el mismo Ibn Rasiq que le había dado la ciudad tras traicionar al anterior rey de Murcia se rebela y le obliga a exiliarse.

Tras pasar por León y Toledo Ibn Ammar vuelve a Zaragoza en 1082, donde coincidiría con otro ilustre exiliado, Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid. Pero ya no es tan bien recibido, y le pueden los deseos de volver a gobernar un feudo. Dueño aún de su encanto, convence al rey de Zaragoza para que le ceda el gobierno de Segura de la Sierra, en Jaén. Pero camino de su nuevo feudo cae en una emboscada y su cabeza se ofrece al mejor postor, que resulta ser su antigo amigo y señor al-Mu'tamid.

Llevado a Sevilla cargado de cadenas y encerrado en las mazmorras del palacio, Ibn Ammar se dedica a escribir desde su celda enternecedoras poesías pidiendo su perdón. Al-Mu'tamid, que nunca ha sido capaz de mantener su enojo con él y sigue admirando sus composiciones, accede a recibirle y,  tras reprocharle su ingratitud, parece que acaba teniendo palabras amables que él interpreta como una promesa de perdón. Nada más volver a su celda Ibn Ammar comete el último de la cadena de errores que le han arrojado desde su trono en Murcia a una celda sevillana y manda una carta  a un hijo de Al-Mu'tamid en la que se da por perdonado.

Pero la carta acaba en manos de uno de sus enemigos, que se encarga de ponerla, convenientemente adornada y acompañada de graves acusaciones, en manos del rey. Al-Mu'tamid monta en cólera ante lo que cree una nueva traición a su confianza y, ciego de ira, se dirige a la celda donde mata a Ibn Ammar con sus propias manos.

Así acabó, en 1085, la carrera de este poeta y político que supo usar su talento e inteligencia para, partiendo de unos orígenes humildes, convertirse en uno de los hombres más influyentes de la península. Tierra que había recorrido de un lado a otro como primero como poeta itinerante, luego como ministro, como exiliado, como príncipe y como prisionero, para acabar asesinado por su amigo más querido.

Cronistas posteriores cuentan que, una vez pasada la ira, Al-Mu'tamid lloró por su amigo muerto. Mucho  tiempo no tendría para lamentar su acción. El mismo año de la muerte de Ibn Ammar, Alfonso VI conquista la taifa de Toledo. Ante la cada vez mayor amenaza del reino cristiano, los musulmanes de la península llaman en su ayuda a los almorávides. Estos monjes-soldados del norte de África acabarían deponiendo a Al-Mu'tamid y llevándolo prisionero a su capital, Marrakesh. Le acompañaría al destierro su esposa Itimad, que pasaría sus ultimos años en la pobreza de la que había salido cuando, siendo una esclava, interrumpió con un verso el juego de Al-Mu'tamid e Ibn Ammar.


Fuentes:

Entradas relacionadas:

    Monday, November 15, 2010

    La cara de Sydney

    La Ciudad de Sydney es la unidad administrativa que abarca el centro de Sydney. Según aparece en su web "La comunidad de la ciudad incluye unos 150.000 residentes, 350.000 trabajadores y más de 450.000 visitantes diarios (...) La Ciudad de Sydney tiene una de las poblaciones más étnicamente diversas de Australia. Casi la mitad de los residentes nacieron en el extranjero y casi el 30 por ciento de los residentes de la ciudad hablan un idioma distinto al inglés."

    El proyecto La cara de Sydney consistió en fotografiar miles de residentes de la Ciudad de Sydney y unirlos para constuir unos retratos que representaran el aspecto de sus habitantes.


    Las fotos van desde un bebé de dos semanas a un anciano de 93 años. Alrededor del 54 por ciento de los participantes se identificaron como de ascendencia celta anglo-sajona, el 3 por ciento como indígenas australianos, el 4 por ciento como descendientes de suramericanos y el 11 por ciento como de origen chino.

    Algunos de los participantes en el proyecto.

    Vía Peta Pixel.

    Saturday, November 13, 2010

    Ha muerto Berlanga

    Esta madrugada ha muerto el director de cine Luis García Berlanga. Hace apenas seis meses celebrábamos aquí su 89 cumpleaños. Con él se va uno de los grandes, con una capacidad única para la comedia y la crítica socarrona.

    Descanse en paz, maestro.

    Thursday, November 11, 2010

    Voces de una estrella distante (Hoshi No Koe)

    Cuando hace un par de meses traje el corto Ella y su gato, de Makoto Shinkai, ya os comenté que, investigando para la entrada, había leído que había quien le consideraba uno de los directores de anime más interesantes, comparándolo incluso con Hayao Miyasaki. Me picó la curiosidad y me dispuse a echarle un vistazo la filmografía de Shinkai. 

    Y, qué queréis que os diga, será que uno tiene al maestro Miyasaki en un altar, pero me parece que la comparación va bastante desencaminada. Shinkai se centra más que Miyasaki en los sentimientos interiores de sus protagonistas, cosa que acaba afectando al ritmo de sus películas. Vamos, que se me hicieron largas. Y no es que las obras de Miyasaki sean obras de acción precisamente, pero sí compensa ese menor ritmo con una fantástica ambientación de sus historias que, al menos a mí, me hacen verlas con los ojos abiertos de par en par y perdonarle ocasionales bajadas de ritmo.

    Sin embargo, cuando Shinkai reduce la duración de sus propuestas realiza obras tan hermosas como Ella y su gato, que he comentado antes, o esta Voces de una estrella distante (2003).


    Voces de una estrella distante es la historia de dos jóvenes y cómo se enfrentan a una separación contra la que no pueden hacer nada. Una historia intimista, cuya carga emotiva, y esto me encanta de los directores japoneses (generalizando mucho), no disminuye aunque entre medias asistamos a  enfrentamientos contra  alienígenas y batallas de mechas.

    El corto, de 25 minutos, está dividido en tres partes, en japonés con subtítulos en castellano.





    Wednesday, November 10, 2010

    Una crítica con clase

    Tiene todas las virtudes que me desagradan y ninguno de los vicios que admiro.
    Winston Churchill

    Tuesday, November 2, 2010

    El rey, el abad y el cocinero

    Érase una vez un rey poderoso y cruel, que vivía en un castillo del que no salía sino para guerrear. Además, sus caprichos no conocían límites.

    Un día tuvo el antojo de salir de caza para distraerse y persiguiendo un ciervo de extravió en el bosque. Ya era de noche, cuando a través de los árboles pude ver unas luces hacia las cuales encaminó su caballo.

    Era un convento. Pidió asilo. Le dieron de cenar y, en su orgullo, no dijo ni gracias. Los frailes que le servían estaban asustados y temblaban de miedo. Uno de ellos reconoció al rey y fue a avisar al padre abad para que saludase al monarca.

    -Tengo noticias de vuestro convento –le dijo el rey-. Sé que dais de comer a muchos pobres de la comarca, pero también me han dicho que vos, padre abad, no sois muy estudioso y esto no convienen al cargo que desempeñáis.

    -Señor –contestó temblando el humilde fraile-; procuro cumplir con mi deber lo mejor posible.

    -Está bien –dijo el monarca-. Y para convencerme de que desempeñáis bien vuestro cargo os voy a proponer tres preguntas. Si las solucionáis bien ganaréis dos cosas: la primera, que haréis pasar por mentirosos a todos los que os han calumniado y la segunda que os confirmaré en vuestro cargo para toda la vida. Si no acertáis a contestar, lo siento, pero habré de nombrar otro abad.
    -Diga vuestra majestad, y haré lo posible por responder.

    -La primera pregunta –dijo el rey- es que me digáis cuánto valgo yo; la segunda, que me contestéis dónde está el medio del mundo, y la tercera es que adivinéis qué es lo que pienso yo. Ya para que creáis que  quiero abusar os doy un mes de plazo para pensar en ello.

    Se retiró el abad pensativo. Se encerró en la biblioteca y consultó todos los libros de que disponía. Conversó con los monjes más sabios del convento, pero no podía hallar la respuesta adecuada a las tres preguntas.

    Tan preocupado estaba el buen padre abad, que empezó a perder el apetito y a desmejorar hasta que todos los frailes del convento comenzaron a preocuparse por él.

    También lo notó el cocinero del convento y fue a preguntar al abad qué le tenía tan preocupado. Y éste le contó las tres preguntas que le había hecho el rey.

    -No os preocupéis, padre abad –dijo el cocinero-. Me afeitaré la barba, me pondré vuestras ropas y como me parezco bastante a vos, iré a palacio en vuestro lugar.

    Aceptó el abad y cuando se cumplió el mes, marchó el cocinero al castillo.

    -¿Estáis dispuesto a contestar mis preguntas? –le dijo el monarca.

    -Sí –contestó el cocinero muy tranquilo.

    -Empezad pues.

    -A la primera pregunta de cuánto vale vuestra majestad, os diré que veintinueve dineros, porque Jesucristo fue vendido por treinta. Por muy alto que sea vuestro valor, espero que no pretenderéis alcanzar igual o mayor precio que Nuestro Señor.

    -Siga, padre abad –dijo el rey-, que me agrada la respuesta.

    -La segunda pregunta que hizo vuestra majestad fue que dónde estaba el medio del mundo. A esto os contestaré que está donde vuestra majestad tiene los pies, pues como el mundo es tal que una bola, donde se pone el pie es el medio de él, cosa que no se puede negar.

    -Veamos la tercera respuesta –dijo el monarca.

    -Majestad; la tercera pregunta que tuvisteis a bien plantear era averiguar lo que vuestra majestad piensa. A esto he de contestar que vuestra majestad está pensando que en estos momentos habla con el padre abad del monasterio y sepa que está hablando con el cocinero.

    -¿Es eso cierto? –dijo asombrado el monarca.

    -Sí, señor, que yo soy el cocinero, que para semejantes preguntas era yo suficiente y no había necesidad de dirigirse al padre abad.

    Y el rey, al ver la osadía y viveza del cocinero, no sólo confirmó al abad en su cargo para el resto de sus días, sino que hizo infinitos regalos al propio cocinero y a toda la comunidad del convento, con los que los buenos frailes pudieron obsequiar a los muchos pobres que atendían.

    FIN

    El cuento anterior es una adaptación de una obra de Juan de Timoneda, escritor valenciano del S. XVI, que descubrí en un libro de cuentos infantiles. Posteriormente he vuelto a encontrármela en Tradiciones y Leyendas Sevillanas, de José María de Mena, ambientada en el S. XIV con pequeñas variaciones. 

    En esta ocasión el rey es Pedro I de Castilla, y el abad es el prior del convento de San Francisco de Sevilla. El rey está molesto porque el prior abandona el convento al ser requerido, por su gran sabiduría, para predicar en otras ciudades. Para probar si de verdad es tan sabio le somete a las tres preguntas del cuento. Cuando descubre que el que le ha contestado es el cocinero, el rey le recompensa, matando dos pájaros de un tiro, nombrándole nuevo prior de San Francisco.