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Friday, December 31, 2010

Lo más visto de La Canción de Malapata en 2010

Uff, un año entero, la verdad es que cuando empecé no me planteé que iba a dar para tanto (la verdad es que no me planteé nada, solamente tenía ganas de hacerlo). Contanto esta, La Canción de Malapata ha tenido 226 entradas durante 2010. A modo de resumen del año (ahora que estas fechas se llevan tanto) quiero repasar con vosotros las que recibieron más visitas:

1. La Venganza Catalana: La gran destacada con diferencia, con más visitas ella sola que el resto del blog junto, gracias a una portada de menéame. También una de las entradas con las que estoy más contento; el tema me gustaba y la escribí con ganas. Cuenta la historia de los almogávares, mercenarios del reino de Aragón, que en 1303 son llamados por el Emperador de Bizancio para luchar contra los turcos. Tras varias victorias los celos hacen que un grupo de nobles bizantinos asesinen a sus líderes, desatándose una venganza cuyos ecos han llegado hasta nuestros días.

2. Relatividad de M.C. Escher con Lego: Imagen de una recreación de la obra Relatividad (1953) de M.C. Escher con fichas de Lego. Se ve que un día le hizo gracia a Google, lo que le ha supuesto un gran número de visitas en los últimos meses.

El grabado original... ...y su reproducción con Lego.

3. La historia de Paul von Lettow-Vorveck: Cuatro entradas para narrar la historia del general de los ejércitos alemanes en África Oriental durante la I Guerra Mundial. Enfrentado a enemigos muy superiores en número y totalmente aislado de la metrópoli, desarrolló una guerra de guerrillas que obligó a los aliados a distraer recursos que podrían haberse utilizado en Europa. Al acabar la guerra se entregó sin haber perdido una sola batalla.

4. 70 Million - Hold Your Horses!: Un vídeo musical que hace un simpático recorrido por algunas destacadas obras pictóricas. Podéis ver una lista con los cuadros aquí.


5. El diagrama de Voronoi: Aunque aquí me prodigo más con la Historia o los cortometrajes, en la vida real lo mío son las Matemáticas. Así que para un Carnaval de Matemáticas me decidí a escribir un par de entradas explicando una estructura clásica de la Geometría Computacional.


6. Un sol: Un día volviendo a casa del trabajo escuché en Radio 3 una actuación del grupo Tremendamente. Una de las frases que cantaron me hizo gracia y, al llegar a casa, la escribí en el blog. Desde entonces rara es la semana que no la visita alguien. Aquí tenéis la canción en cuestión:


7. Humor y matemáticas: Otra consecuencia más del Carnaval de Matemáticas. Esta vez una foto y varias tiras cómicas relacionadas con las matemáticas.

8. Su graciosa y poco agradecida majestad: El otro lado de la vida de Lord Nelson. Todos sus éxitos en el mar podían apenas tapar su escandalosa vida privada, en la que abandonó a una esposa a la que no amaba por una mujer casada. Aquello sólo podía acabar mal.

9. Los señores del hierro de África: Gran parte de los habitantes de la mitad sur de África hablan lenguas relacionadas entre sí. Esto sólo puede explicarse mediante una expansión rápida y reciente, que llevó a un pueblo extender su cultura en un tiempo asombrosamente rápido en términos históricos. Su mejor arma: el dominio del hierro.

10. Ryanair informa sobre la huelga... en inglés: Y para cerrar la lista una historia de esas "basadas en hechos reales". Una tía mía, mayor, tiene un vuelo con Ryanair el día de la Huelga General del 29 de septiembre. Tras varios días sin saber nada, por fin el día 24 recibe un correo electrónico en el que la compañía la remite a nota publicada en su página web. Lástima que se olvidaron traducirla al castellano. Y así siguió hasta el día 27, dos antes del vuelo.

Espero que hayáis disfrutado de estas y otras entradas a lo largo del año, y que sigamos viéndonos por aquí en 2011. ¡Feliz año!

Thursday, December 30, 2010

Spot y Una centésima de segundo

Seguimos con las sesiones dobles de cortometrajes. En primer lugar Spot (2010), de Guillermo Zapata: ¿podemos reclamar cuando un producto no cumple con las espectativas que promete en la publicidad? ¿Y si estas son un poco "inmateriales"? (Vía Leibovitz)


Y después One Hundreth of a Second (2006), de Susan Jacobson. En la entrada de Peta Pixel donde lo descubrí lo introducían con este chiste de fotógrafos: "Si vieras un hombre ahogándose y pudieras elegir entre salvarlo o tomar un fotografía... ¿qué tipo de película usarías?". El corto nos muestra una fotógrafa obligada a tomar una decisión en una centésima de segundo.

Tuesday, December 28, 2010

Duendes

El domingo estuve haciendo de duende, de los que despliegan su magia haciendo que la ropa aparezca limpia en el cajón. Acabé agotado.

Gracias duendes.

Monday, December 27, 2010

Juguetes en peligro

Otra muestra más de anuncios que transcienden lo meramente comercial para convertirse en piezas que valen la pena por sí mismas. Este, de la agencia Young & Rubicam New York, logra trasmitir, a patrir de poses fijas, la angustia de unos juguetes amenazados... por el polvo.


Vía Fubiz.

Friday, December 24, 2010

Fairy Tale of New York - The Pogues & Kristy MacColl

Una de las canciones más hermosas que conozco se desarrolla precisamente en la víspera de Navidad. Una historia de amor entre perdedores que discuten y se aman en las calles de Nueva York.

Thursday, December 23, 2010

Mon ami le robot y Ex ET

Un mes después repetimos sesión doble de animación. Además, y al igual que entonces, con dos cortos franceses, ambos con protagonistas infantiles, algo muy apropiado para las fechas que estamos. Y que no os de miedo el idioma, ambos son mudos.

Empezamos por Mon ami le robot - Playing with lights (2010), una pieza dirigida por Louis Thomas, Theo Guignard y Benjamin Moreau, alumnos de Gobelins, con música de Adrien Casalis, y producida por el estudio Cube Creative (cuya página web merece un vistazo).


Vía Fubiz.


Y en segundo lugar Ex ET (2008), de Benoît Bargeton, Rémy Froment, Nicolas Gracia y Yannick Lasfas, alumnos de la Escuela francesa de animación ESMA-CG. Una historia que se ve con una sonrisa pero que al mismo tiempo nos hace reflexionar sobre los niños considerados difíciles.




Vía ...más de la escuela.

Monday, December 20, 2010

Fotografiando insectos - Magdalena Wasiczek

Una hermosa colección de fotos de insectos realizados por la fotógrafa polaca Magdalena Wasiczek que descubrí gracias a Photography Blog.








Puedes ver más fotos de la colección en la página de la autora o en Photography Blog.

Saturday, December 18, 2010

El hombre de mi vida me ha dejado

Después de treinta años de desvelos, de darlo todo por él, de esperarlo despierta cuando salía con los amigotes, se ha ido de casa. Y no es que se haya ido con otra, que eso lo entendería. ¡No! encima tiene la poca vergüenza de decirme:

- Mamá, es que necesito espacio. Ya soy mayor.

¡Mayor! Pero ¡¡¿dónde va esa criatura con 30 añitos?!! Ahora, que yo se lo he dicho, ¿eh?

-Parece mentira, dejarme tan pronto, hay que ser mal hijo…

Y me dice:

- Pues Jesucristo se fue de casa con 30.

- ¡Y mira cómo acabó! ¡No llegó a los 34!

En fin… Ya lo voy llevando mejor… Pero el día que se fue, yo creí que me daba algo. El niño allí,  recogiendo sus cositas. Cuatro chorradas, porque… ¿Qué se va a llevar el pobre, si no tiene nada suyo? ¡Pues todo lo nuestro! Pero fui yo la que se lo dije:

- Anda, tonto, llévate la tele pequeñita… y la minicadena… y el DVD… y ¡la lavadora!

¡Pero es más bueno! Ahí ya me dijo:

- No, mamá, la lavadora, no… que no tengo ascensor. Ya me la traes tú cuando vengas a verme.


¡Mi niño! Menos mal que no tengo tiempo de pensar en él, porque estoy todo el día ocupadísima haciendo croquetas para mandárselas. Que sino, se pasa la vida llamando a Telepizza. Y cuando estoy liada en la cocina, mi marido viene por detrás, como un niño chico, a robarme las croquetas. Y yo:

- ¡Deja eso ahora mismo! ¡Que son para el niño!

- ¿Y yo qué ceno?

- ¡Pues yo qué sé, coño! ¡Llama a Telepizza!

Pero luego me da pena, el pobre… que, al final, siempre le digo:

- Andaaa… déjalo… Ya llamo yo: ¿margarita o cuatro quesos?

Bueno, y me he comprado un móvil, que puedo hablar con el niño el tiempo que quiera por cinco euros. Eso sí, sólo podemos hablar de ocho a diez, como en la cárcel… Pero, a veces, no aguanto más y lo llamo fuera de horario, a escondidas de mi marido. Que parece que tengo un amante:

- Cariño, te tengo que dejar, que ha llegado papá.

Y cuando mi marido me pilla:

- ¡Ha llamado él, ha llamado él! Venga, rey, anda, no seas bobo… ya te llamo yo luego… Huy… qué mimoso está… Éste en dos días esta aquí, ¿eh Manolo?

Pero, por fin, cuando dan las ocho, y ya puedes hablar con él, libremente, de todas vuestras cosas…

- Hola lechoncito, soy mamá… ¿Qué tal el día?

- Bah…

- ¿Qué haces?

- Pssss…

- ¿Has cenado ya?

- Pschá…

- Bueno, no tienes ganas de hablar, ¿no?

- Bah…

- Bueno, pues adiós. ¡Manolo, el niño me ha colgado el teléfono!

Y mi marido:

- Cariño, es que te pones muy pesada…

- ¡Ahhhh! ¿Pesada yo? ¡Pesada tu madre, que hay que ir todos los años a ponerle flores!

Al principio no te atreves a tocar nada de su habitación, porque tienes la esperanza de que tu hijo se dé cuenta de que no puede vivir sin ti y vuelva. Pero la semana pasada… abrí los ojos. Le llamo, y me sale una voz de mujer:

- ¿Diga??

Y colgué inmediatamente. Volví a marcar… y ya me sale el niño. Y le digo:

- Oye, ¿quién era ésa?

- Una amiga

- ¡Ay, menos mal! Creí que era otra madre… Bueno, ¿y qué estáis haciendo?

- Pues nada, comiendo…

- ¡Ah, muy bonito! ¡Yo todo el día encerrada en la cocina para que venga una guarra cualquiera a comerse mis croquetas!

- No, si ella no come, no le gustan…

- Ah, ¿no le gustan? Mírala, qué fina…

Ahí me enfadé tanto que decidí hacerle caso a mi marido y convertir la habitación del niño en el cuarto de la plancha. Y me pongo allí a organizar el altillo… sus libros, sus cómics, sus revistas porno… Y de pronto, me dije: “¿A ver si las va a necesitar?”

Claro, porque cualquier pretexto es bueno para ir a ver a tu hijo… Pero, de repente, encontré la excusa perfecta: su ajedrez del centenario del Real Madrid. Con el sacrificio que hizo para reunir las piezas, ¡que estuvo un mes comprando La Razón…! Así que al día siguiente le llevé un peón… Al otro, un alfil…. Al otro, una torre… Y él:

- ¿Pero no me puedes traer todas las fichas a la vez?

- Ah… es que como te hizo tanta ilusión reunirlas por entregas…

Y mi marido se hace el duro, pero también tiene sus sentimientos, ¿eh? El otro día fui yo quien le pillé a él hablando con el niño fuera de horario, y con una voz de angustia le decía:

- Hijo mío… ¡mándame una croqueta…!

Ahí me di cuenta de que me estoy pasando… Que hay un montón de experiencias nuevas que vivir con mi marido. Así es que voy a empezar a disfrutar de esta segunda luna de miel. Voy a ver si lo animo, y nos vamos juntos a… llevarle la lavadora al niño. Y así el pobre prueba las croquetas, ¡que está tan flaquito que parece que el que se ha independizado es él.


Thursday, December 16, 2010

Adiós, Blake Edwards


Y gracias.

¡Sálvame!

Javier Veiga
Javier Veiga es un actor de teatro gallego que saltó a la fama televisiva presentando El Club de la Comedia. A esto siguieron apariciones en películas y series de televisión hasta que poco a poco fue desapareciendo de la pequeña (y gran) pantalla. Actualmente interpreta a Don Mendo en una versión de la obra de Muñoz Seca  producida por Tricicle.

En 2007 Veiga escribió, dirigió y protagonizó ¡Sálvame!, la entretenida historia de un escritor cuya tranquilidad desaparece al recibir una visita inesperada.


Ganadores del Concurso de Fotografía de National Geographic 2010

Acaban de publicarse los ganadores del Concurso de Fotografía de National Geographic 2010. En la web pueden las fotos premiadas en sus tres categorías: naturaleza, gente y lugares, junto con las que han recibido mención de honor.

Las fotos ganadoras son:

Naturaleza y primer premio del concurso: Eruption of Gunung Rinjani, de Aaron Lim Boon Teck.



Gente: Buffalo Race, de Chan Kwok Hung.


Lugares: Ship Breakers of Chittagong, de Jana Asenbrennerova.

Tuesday, December 14, 2010

El soldado y la Muerte (cuento popular ruso)

Un soldado, después de haber cumplido su servicio durante veinticinco años, pidió ser licenciado y se fue a correr mundo.

Anduvo algún tiempo, y se encontró a un pobre que le pidió limosna. El soldado tenía sólo tres galletas y dio una al mendigo, quedándose él con dos. Siguió su camino, y a poco tropezó con otro pobre que también le pidió limosna saludándolo humildemente. El soldado repartió con él su provisión, dándole una galleta y quedándose él con la última.

Llevaba andando un buen rato cuando se encontró a un tercer mendigo. Era un anciano de pelo blanco como la nieve, que también lo saludó humildemente pidiéndole limosna. El soldado sacó su última galleta y reflexionó así:

«Si le doy la galleta entera me quedaré sin provisiones; pero si le doy la mitad y encuentra a los otros dos pobres, al ver que a ellos les he dado una galleta entera a cada uno se podrá ofender. Será mejor que le dé la galleta entera; yo me podré pasar sin ella.»

Le dio su última galleta, quedándose sin provisiones. Entonces el anciano le preguntó:

-Dime, hijo mío, ¿qué deseas y qué necesitas?

-Dios te bendiga -le contestó el soldado-. ¿Qué quieres que te pida a ti, abuelito, si eres tan pobre que nada puedes ofrecerme?

-No hagas caso de mi miseria y dime lo que deseas; quizá pueda recompensarte por tu buen corazón.

-No necesito nada; pero si tienes una baraja, dámela como recuerdo tuyo.

El anciano sacó de su bolsillo una baraja y se la dio al soldado, diciendo:

-Tómala, y puedes estar seguro de que, juegues con quien juegues, siempre ganarás. Aquí tienes también una alforja; a quien encuentres en el camino, sea persona, sea animal o sea cosa, si la abres y dices: «Entra aquí», en seguida se meterá en ella.
-Muchas gracias -le dijo el soldado.

Y sin dar importancia a lo que el anciano le había dicho, tomó la baraja y la alforja y siguió su camino.

Después de andar bastante tiempo llegó a la orilla de un lago y vio en él tres gansos que estaban nadando. Se le ocurrió al soldado ensayar su alforja; la abrió y exclamó:

-¡Ea, gansos, entren aquí!

Apenas tuvo tiempo de pronunciar estas palabras cuando, con gran asombro suyo, los gansos volaron hacia él y entraron en la alforja. El soldado la ató, se la puso al hombro y siguió su camino.

Anduvo, anduvo y al fin llegó a una gran ciudad desconocida. Entró en una taberna y dijo al tabernero:

-Oye, toma este ganso y ásamelo para cenar; por este otro me darás pan y una buena copa de aguardiente, y este tercero te lo doy a ti en pago de tu trabajo.

Se sentó a la mesa y, una vez lista la cena, se puso a comer, bebiéndose el aguardiente y comiéndose el sabroso ganso. Conforme cenaba, se le ocurrió mirar por la ventana y vio cerca de la taberna un magnífico palacio que tenía rotos todos los cristales de las ventanas.

-Dime -preguntó al tabernero-, ¿qué palacio es ése y por qué se halla abandonado?

-Ya hace tiempo -le dijo éste- que nuestro zar hizo construir ese palacio, pero le fue imposible establecerse en él. Hace ya diez años que está abandonado, porque los diablos lo han tomado por residencia y echan de él a todo el que entra. Apenas llega la noche se reúnen allí a bailar, alborotar y jugar a los naipes.

El soldado, sin pararse a pensar en nada, se dirigió a palacio, se presentó ante el zar, y haciendo un saludo militar, le dijo así:

-¡Majestad! Perdóname mi audacia por venir a verte sin ser llamado. Quisiera que me dieses permiso para pasar una noche en tu palacio abandonado.

-¡Tú estás loco! Se han presentado ya muchos hombres audaces y valientes pidiéndome lo mismo; a todos les di permiso, pero ninguno de ellos ha vuelto vivo.

-El soldado ruso ni se ahoga en el agua ni se quema en el fuego -contestó el soldado-. He servido a Dios y al zar veinticinco años y no me he muerto. ¿Crees que ahora me voy a morir en una sola noche?

-Pero te advierto que siempre que ha entrado al anochecer un hombre vivo, a la mañana siguiente sólo se han encontrado los huesos -contestó el zar.

El soldado persistió en su deseo, rogando al zar que le diese permiso para pasar la noche en el palacio abandonado.

-Bueno -dijo al fin el zar-. Ve allí si quieres; pero no podrás decir que ignoras la muerte que te espera.

Se fue el soldado al palacio abandonado, y una vez allí se instaló en la gran sala, se quitó la mochila y el sable, puso la primera en un rincón y colgó el sable de un clavo. Se sentó a la mesa, sacó la tabaquera, llenó la pipa, la encendió y se puso a fumar tranquilamente.

A las doce de la noche acudieron, no se sabe de dónde, una cantidad tan grande de diablos que no era posible contarlos. Empezaron a gritar, a bailar y alborotar, armando una algarabía infernal.

-¡Hola, soldado! ¿Estás tú también aquí? -gritaron al ver a éste-. ¿Para qué has venido? ¿Acaso quieres jugar a los naipes con nosotros?

-¿Por qué no he de querer? -repuso el soldado-. Ahora que con una condición: hemos de jugar con mi baraja, porque no tengo fe en la de ustedes.

En seguida sacó su baraja y empezó a repartir las cartas. Jugaron un juego y el soldado ganó; la segunda vez ocurrió lo mismo. A pesar de todas las astucias que inventaban los diablos, perdieron todo el dinero que tenían, y el soldado iba recogiéndolo tranquilamente.

-Espera, amigo -le dijeron los diablos-; tenemos una reserva de cincuenta arrobas de plata y cuarenta de oro: vamos a jugar esa plata y ese oro.

Mandaron a un diablejo para que les trajese los sacos de la reserva y continuaron jugando. El soldado seguía ganando, y el pequeño diablejo, después de traer todos los sacos de plata, se cansó tanto que, con el aliento perdido, suplicó al viejo diablo calvo:

-Permíteme descansar un ratito.

-¡Nada de descanso, perezoso! ¡Tráenos en seguida los sacos de oro!

El diablejo, asustado, corrió a todo correr y siguió trayendo los sacos de oro, que pronto se amontonaron en un rincón. Pero el resultado fue el mismo: el soldado seguía ganando.

Los diablos, a quienes no agradaba separarse de su dinero, derribaron la mesa a patadas y atacaron al soldado, rugiendo a coro:

-Despedácenlo, despedácenlo.

Pero el soldado, sin turbarse, cogió su alforja, la abrió y preguntó:

-¿Saben qué es esto?

-Una alforja -le contestaron los diablos.

-¡Pues entren todos aquí!

Apenas pronunció estas palabras, todos los diablos en pelotón se precipitaron en la alforja, llenándola por completo, apretados unos a otros. El soldado la ató lo más fuerte posible con una cuerda, la colgó de la pared, y luego, echándose sobre los sacos de dinero, se durmió profundamente sin despertar hasta la mañana.

Muy temprano, el zar dijo a sus servidores:

-Vayan a ver lo que le ha sucedido al soldado, y si se ha muerto, recojan sus huesos.

Los servidores llegaron al palacio y vieron con asombro al soldado paseándose contentísimo por las salas fumando su pipa.

-¡Hola, amigo! Ya no esperábamos verte vivo. ¿Qué tal has pasado la noche? ¿Cómo te las has arreglado con los diablos?

-¡Valientes personajes son esos diablos! ¡Miren cuánto oro y cuánta plata les he ganado a los naipes!

Los servidores del zar se quedaron asombrados y no se atrevían a creer lo que veían sus ojos.

-Se han quedado todos con la boca abierta -siguió diciendo el soldado-. Envíenme pronto dos herreros y díganles que traigan con ellos el yunque y los martillos.

Cuando llegaron los herreros trayendo consigo el yunque y los martillos de batir, les dijo el soldado:

-Descuelguen esa alforja de la pared y den buenos golpes sobre ella.

Los herreros se pusieron a descolgar la alforja y hablaron entre ellos:

-¡Dios mío, cuánto pesa! ¡Parece como si estuviera llena de diablos!

Y éstos exclamaron desde dentro:

-Somos nosotros, queridos amigos.

Colocaron el yunque con la alforja encima y se pusieron a golpear sobre ella con los martillos como si estuviesen batiendo hierro. Los diablos, no pudiendo soportar el dolor, llenos de espanto, gritaron con todas sus fuerzas:

-¡Gracia, gracia, soldado! ¡Déjanos libres! ¡Nunca te olvidaremos y ningún diablo entrará jamás en este palacio ni se acercará a él en cien leguas a la redonda!

El soldado ordenó a los herreros que cesasen de golpear, y apenas desató la alforja los diablos echaron a correr sin siquiera mirar atrás; en un abrir y cerrar de ojos desaparecieron del palacio. Pero no todos tuvieron la suerte de escapar: el soldado detuvo, como prisionero en rehenes, a un diablo cojo que no pudo correr como los demás.

Cuando anunciaron al zar las hazañas del soldado, lo hizo venir a su presencia, lo alabó mucho y lo dejó vivir en palacio. Desde entonces el valiente soldado empezó a gozar de la vida, porque todo lo tenía en abundancia: los bolsillos rebosando dinero, el respeto y consideración de toda la gente, que cuando se lo encontraban le hacían reverencias respetuosas, y el cariño de su zar.

Se puso tan contento que quiso casarse. Buscó novia, celebraron la boda y, para colmo de bienes, obtuvo de Dios la gracia de tener un hijo al año de su matrimonio.

Poco tiempo después se puso enfermo el niño y nadie lograba curarlo. Cuantos médicos y curanderos lo visitaban no conseguían ninguna mejoría. Entonces el soldado se acordó del diablo cojo; trajo la alforja donde lo tenía encerrado y le preguntó:

-¿Estás vivo, Diablo?

-Sí, estoy vivo. ¿Qué deseas, señor mío?

-Se ha puesto enfermo mi hijo y no sé qué hacer con él. Quizá tú sepas cómo curarlo.

-Sí sé. Pero ante todo déjame salir de la alforja.

-¿Y si me engañas y te escapas?

El diablo cojo le juró que ni siquiera un momento había tenido esa idea, y el soldado, desatando la alforja, puso en libertad a su prisionero.

El diablo, recobrando su libertad, sacó un vaso de su bolsillo, lo llenó de agua de la fuente, lo colocó a la cabecera de la cama donde estaba tendido el niño enfermo y dijo al padre:

-Ven aquí, amigo, mira el agua.

El soldado miró el agua, y el diablo le preguntó:

-¿Qué ves?

-Veo la Muerte.

-¿Dónde se halla?

-A los pies de mi hijo.

-Está bien. Si está a los pies, quiere decir que el enfermo se curará. Si hubiese estado a la cabecera, se hubiese muerto sin remedio. Ahora toma el vaso y rocía al enfermo.

El soldado roció al niño con el agua, y al instante se le quitó la enfermedad.

-Gracias -dijo el soldado al diablo cojo, y le dejó libre, guardando sólo el vaso.

Desde aquel día se hizo curandero, dedicándose a curar a los boyardos y a los generales. No se tomaba más trabajo que el de mirar en el vaso, y en seguida podía decir con la mayor seguridad cuál de los enfermos moriría y cuál viviría.

Así transcurrieron unos cuantos años, cuando un día se puso enfermo el zar. Llamaron al soldado, y éste, llenando el vaso con agua de la fuente, lo colocó a la cabecera del lecho, miró el agua y vio con horror que la Muerte estaba, como un centinela, sentada a la cabecera del enfermo.

-¡Majestad! -le dijo el soldado-. Nadie podrá devolverte la salud. Sólo te quedan tres horas de vida.

Al oír estas palabras el zar se encolerizó y gritó con rabia:

-¿Cómo? Tú que has curado a mis boyardos y a mis generales, ¿no quieres curarme a mí, que soy tu soberano? ¿Acaso soy yo de peor casta o indigno de tu favor? Si no me curas daré orden para que te ejecuten una hora después de mi muerte.

El soldado se encontró perplejo ante este problema y se puso a suplicar a la Muerte, diciendo:

-Dale al zar la vida y toma en cambio la mía, porque si de todos modos he de perecer, prefiero morir por tu mano a ser ejecutado por la del verdugo.

Miró otra vez en el vaso y vio que la Muerte le hacía una señal de aprobación y se colocaba a los pies del zar.

El soldado roció al enfermo, y éste en seguida recobró la salud y se levantó de la cama.

-Oye, Muerte -dijo el soldado-, dame tres horas de plazo; necesito volver a casa para despedirme de mi mujer y de mi hijo.

-Está bien -contestó la Muerte.

El soldado se fue a su casa, se acostó y se puso muy enfermo. La Muerte no tardó en llegar y en colocarse a la cabecera de su cama, diciéndole:

-Despídete pronto de los tuyos, porque ya no te quedan más que tres minutos de vida.

El soldado extendió un brazo, descolgó de la pared la alforja, la abrió y preguntó:

-¿Qué es esto?

La Muerto le contestó:

-Una alforja.

-Es verdad; pues entra aquí.

Y la Muerte en un instante se encontró metida en la alforja.

El soldado sintió tan grande alivio que saltó de la cama, ató fuertemente la alforja, se la colgó al hombro y se encaminó a los espesos bosques de Briauskie. Llegó allí, colgó la alforja en la cima de un álamo y se volvió contento a su casa.

Desde entonces ya no se moría la gente. Nacían y nacían, pero ninguno se moría. Así transcurrieron muchos años, sin que el soldado descolgase la alforja del álamo.

Una vez que paseaba por la ciudad tropezó con una anciana tan vieja y decrépita, que se caía al suelo a cada soplo del viento.

-¡Dios de mi alma, qué vieja eres! -exclamó el soldado-. ¡Ya es tiempo de que te mueras!

-Sí, hijo mío -le contestó la anciana-. Cuando hiciste prisionera a la Muerte sólo me quedaba una hora de vida. Tengo gran deseo de descansar; pero ¿cómo he de hacer? Sin la muerte la tierra no me admite para que descanse en sus profundidades. Dios te castigará por ello, pues son muchos los seres humanos que están sufriendo como yo en este mundo por tu causa.

El soldado se quedó pensativo: «Se ve que es necesario libertar a la Muerte aunque me mate a mí -pensó-. ¡Soy un gran pecador!»

Se despidió de los suyos y se dirigió a los bosques de Briauskie. Llegó allí, se acercó al álamo y vio la alforja colgada en lo alto del árbol, balanceada por el viento.

-Oye, Muerte, ¿estás viva? -preguntó el soldado.

La Muerte le contestó con una voz apenas perceptible:

-Estoy viva, amigo.

El soldado descolgó la alforja, la desató y la abrió, dejando libre a la Muerte, a la que suplicó que lo matase lo más pronto posible para sufrir poco; pero la Muerte, sin hacerle caso, echó a correr y en un instante desapareció.

El soldado volvió a su casa y siguió viviendo muchos años, gozando de la mayor felicidad.

Todos creían que ya no se moriría nunca; pero, según dicen, se ha muerto hace poco.

Alekandr Nikoalevich Afanasiev


Como dato curioso, la segunda parte este cuento popular ruso, la referente a la captura de la muerte en el saco, también aparece en la tradición oral norteamericana como el cuento Soldier Jack. Los cuentos de Jack son una serie procedente del folklore inglés, protagonizados por un tal Jack, simple pero de buen corazón. Entre ellos se encuentra Jack Matagigantes o Jack y la mata de judías. Otro ejemplo más del viaje de los cuentos del que ya hablamos en una ocasión.

Monday, December 13, 2010

Ne Me Quitte Pas - Regina Spektor

Sí, es lunes, y contra eso no puede hacerse nada. Pero al menos podemos intentar arrancar con buen humor. Por ejemplo, escuchando esta simpática y pegadiza canción de Regina Spektor: Ne me quitte pas (no tiene nada que ver con la tristona de Jacques Brel). Yo llevo sin quitármela de la cabeza desde que la escuché por primera vez en Marieaunet.


También podéis verla en directo en este vídeo.

Saturday, December 11, 2010

Gracias a la literatura

...gracias a la literatura, a las conciencias que formó, a los deseos y anhelos que inspiró, al desencanto de lo real con que volvemos del viaje a una bella fantasía, la civilización es ahora menos cruel que cuando los contadores de cuentos comenzaron a humanizar la vida con sus fábulas. Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos...

Mario Vargas Llosa, en su discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura de 2010.
© FUNDACIÓN NOBEL 2010

Friday, December 10, 2010

Día Internacional de los Derechos Humanos

El 10 de diciembre es el Día Internacional de los Derechos Humanos. Hoy hace 62 años la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobaba en París la Declaración Universal de los Derechos Humanos cuyo primer artículo decía
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Aunque también podríamos destacar, a tenor de los últimos intentos de censurar Wikileaks por parte de empresas como Amazon, Visa o Mastercard, su Artículo 19:
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Thursday, December 9, 2010

La soledad del padre friki

Papá, a mí lo que me gusta es el rosa, las princesas y las cosas bonitas.
O sea, que todavía quedan unos añitos antes de que nos podamos sentar a ver juntos El imperio contraataca.

Monday, December 6, 2010

Paths of Flight

Descubro en Fubiz un interesante vídeo que muestra las trayectorias de despegue y aterrizaje de 63 aviones en distintos aeropuertos usando la técnica de time lapse (qué apropiado para lo que ha estado cayendo por aquí, ¿verdad?).


El vídeo forma parte del tercer episodio de The GE Show, un proyecto mediante el que los chicos de The Barbarian Group intentan explicar al público algunos de los proyectos en los que trabajan distintas divisiones de General Electric, cuáles son los retos a los que se encuentran y las soluciones que plantean. El vídeo sirve para ilustrar los métodos de aproximación al aeropuerto, explicando a continuación como la empresa trabaja en un sistema que permita reducir la longitud de la trayectoria para entrar en pista.

En la página del episodio también podéis acceder a una sencilla aplicación que permite diseñar un avión a partir de tres elementos: alas, motor y fuselaje, para a continuación mostrar si vuestro modelo de avión sería capaz de volar.

Por cierto, no os asustéis, en realidad los aviones dejan mucho más espacio entre ellos para despegar y aterrizar, no es más que un artificio para mostrar mejor las trayectorias.

Saturday, December 4, 2010

Y que cada uno lo interprete como quiera

En la universidad cerraba los bares y era el rey del karaoke, pero sacó las mejores notas que haya obtenido nunca un miembro de la familia real.

Frase resaltada en un reportaje sobre el príncipe Guillermo de Gales en el magazine XL Semanal. Y me lo he leído entero y en ningún lado dan ningún dato más sobre cómo eran esas notas.

Friday, December 3, 2010

¿No aporta nada?

Quienes gobiernan son los mercados que imponen el desmantelamiento del estado del bienestar. Cuesta mucho y no aporta nada a los inversores.

Ignacio Ramonet en El Correo.

Wednesday, December 1, 2010

...ya no puede caminar

...ya no puede caminar (2001) es un corto oscuro, a ratos desasosegante, sobre un niño cuyo padre decide quitarle el miedo a los insectos y las consecuencias que esto acarrea. Su director es Luiso Berdejo, cuyo For(r)est in the Des(s)ert (que podéis ver aquí) ha sido definido como "uno de los cortos más fascinantes de los últimos diez años". Aunque a mí, personalmente, me ha dejado bastante indiferente.