No es fácil ser un Señor del Mal. Y más si, además de controlar un imperio, tienes que lidiar con una vida familiar complicadilla.
(Visto en Memorias y cosas de un hombre invisible)
Claro, que uno siempre puede relajarse saliendo a bailar
o jugando al golf (aunque se hagan trampas).
Además, siempre se puede acabar conociendo a alguien especial.
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