Recientemente he descubierto el programa musical La madeja de Radio 3 y me he vuelto asiduo de sus podcasts. En uno de los más antiguos, dedicado a Nueva Orleans, he encontrado un curioso comentario que relaciona el esplendor del jazz en la ciudad nada menos que con el desastre del 98. Os lo trascribo a continuación, aunque también podéis escucharlo aquí a partir del minuto 9:42 (y, de paso, podéis disfrutar de la música que lo acompaña).
"Decíamos que Nueva Orleans es la patria del jazz, y es cierto. Lo que resulta menos conocido es la relación entre el jazz y el desastre del 98, con la pérdida de Cuba para la corona española. Según cuenta el propio Armstrong en sus memorias, en la primera década del siglo veinte era fácil conseguir cornetas y trompetas de segunda mano en las tiendas de empeño de Nueva Orleans. De hecho su primer instrumento, siendo todavía un niño, fue una de las famosas cornetas de "¡A dólar!". ¿Y de dónde salían aquellas cornetas? Pues resulta que tras haber hundido a la flota española en Cuba, la armada norteamericana licenció a buena parte de la marinería, que se vio ociosa en el puerto militar de la zona: Nueva Orleans, tierra de grandes alegrías, buen beber y mejores burdeles. Tras pulirse su paga, muchos miembros de las bandas de música castrense acabaron empeñando los instrumentos, y así los músicos negros del lugar tuvieron acceso a trompetas y demás vientos a buen precio, hasta entonces fuera de su alcance."
The Superior Orchestra. Nueva Orleans, 1910 (Wikipedia Commons) |